El Cristo de La Habana, la escultura gigante que preside la bahía de la capital cubana y es símbolo de la ciudad, comenzó a ser restaurada para subsanar daños en un brazo y la cabeza. »Vamos a limpiarlo completo y a arreglar algunas partes afectadas por dos rayos que le cayeron encima», dijo el trabajador Roberto Riverón.
La obra de 20 metros de alto fue esculpida por la reconocida artista plástica cubana Jilma Madera (1915-00) y muestra a un Cristo de cuerpo entero, con una leve sonrisa, labios gruesos, cabellos largos y barba. Sus manos están más bien recogidas y una de ellas se posa sobre su pecho. Se le vistió con una larga toga que deja ver sus pies calzados de sandalias.
El trabajo de remozamiento de la enorme escultura culminará en uno o dos meses, comentó Riverón. »Es un orgullo para nosotros trabajar en esta estatua que es símbolo para los cubanos», agregó el empleado, mientras terminaba de colocar junto a sus colegas los andamios laterales. Trabajada en mármol de Carrara, Italia, la obra está compuesta por 67 partes y pesa 320 toneladas. Además, mientras se esculpía fue bendecida por el Papa Pío XII.
Actualmente a sus pies se encuentra un parque que mira a la bahía y a la ciudad, un sitio de esparcimiento y también una atracción turística que visitan cada año miles de extranjeros. Reportes de prensa indicaron que el Cristo ya había sido impactado por rayos en al menos otras tres ocasiones a lo largo de estas cinco décadas.
Via | Dcuba
Foto | Cuba Debate