La navidad en Cuba es muy diferente a los demás países ya que tiene una historia muy particular. Hasta el año 1958 la navidad se celebraba normalmente de manera similar en sus costumbres a otros países latinoamericanos. Se reunían las familias, se enviaban postales y deseos de felicidad, se entregaban obsequios navideños y no faltaban los adornos en los árboles y las casas como es costumbre en muchos países.

Durante la cena de nochebuena se solía comer ensaladas acompañadas de lechón, yuca con mojo, fricasé de pollo, congri, ajo, plátanos y bebidas como el vino y la sidra y no faltaban los turrones de postre. Posteriormente se concurría a la Misa de Gallo, algo que es tradicional en muchos países.

Pero fue durante el comienzo del gobierno de Fidel Castro a partir del año 1959 cuando el gobierno decidió suspender las fiestas religiosas de la navidad y en el año 1969 fueron eliminadas de forma oficial en el país. Pasaron 28 años en que oficialmente no se pudo celebrar la navidad en Cuba, ya que en diciembre de 1997 previo a la visita del Papa Juan Pablo II, Fidel Castro volvió a declarar nuevamente al día 25 de diciembre como feriado no laborable.

A partir de ese año se empezaron a ver nuevamente los clásicos símbolos de navidad, en las casas, en los comercios y en diferentes establecimientos en el país. Además que se comenzaron a vender otra vez los artículos navideños y los tradicionales árboles de navidad. También las iglesias retomaron la celebración de la Misa de Gallo y hasta entonces se ha ido de a poco incorporando la navidad nuevamente como una tradición familiar.